En otras palabras, el valor de un producto o servicio es más valioso que los recursos totales utilizados. Este proceso de conversión de un conjunto de elementos al elemento final crea un valor añadido.
Por ejemplo, el metal, el caucho y algunos componentes electrónicos por sí solos no son muy valiosos. Pero si le das forma al metal, puedes conseguir la carrocería del coche. Puedes hacer una rueda dando forma a la goma. Puede obtener un automóvil agregando los componentes electrónicos adecuados a todo esto.
Los metales, el caucho y los componentes electrónicos están experimentando un proceso de transformación. Juntos, estos elementos forman otro elemento mucho más útil.
Los metales, el caucho y los componentes electrónicos están experimentando un proceso de transformación. Juntos, estos elementos forman otro elemento mucho más útil.
Hacer referencia a estos conceptos es una práctica común entre los analistas de negocios. Por lo tanto, agrega alguna etiqueta dependiendo del producto o servicio del que estés hablando.
De esta manera, puede distinguir entre los siguientes bienes o servicios:
Estos ejemplos son puramente anecdóticos. Todos los productos, por muy sencillos que sean, pueden tener un valor añadido de bajo a alto.
Por ejemplo, las camisetas de tela tienen poco valor añadido. Si cambia el material para que sea transpirable, agregará una cantidad moderada de valor. Si está hecho de un material que no solo es transpirable sino que también se seca rápidamente, encontrará productos de alto valor agregado.
Su definición ha ido evolucionando a lo largo de los años, por tratarse de un concepto más o menos abstracto. Según el autor y las áreas que menciona, ha evolucionado de alguna manera.
Por ejemplo, en el Diccionario Oxford, el valor de un producto aumenta con la etapa de producción y se define como la cantidad menos el costo de adquisición.
Otra definición que vale la pena mencionar por su simplicidad es la definición de los autores Born y Banchman en uno de sus libros sobre el concepto: “Agregar valor significa vender la parrilla, no el bistec”.
Puede comprender el concepto desde un punto de vista contable. En este caso, será el monto de las ventas menos el monto de la compra. Es decir, el precio que vendo y el precio que cuesta producirlo.
Como hemos visto, este es un término que va de simple a abstracto. Dependiendo de lo que esté haciendo referencia, puede encontrar que una definición es más apropiada que otra. Por esta razón, es importante considerar primero lo que estamos buscando y con qué área de la economía estamos haciendo negocios.
Articulo relacionado: Posicionamiento de mercado