Muchas empresas murieron por no adaptarse a la emergencia actual, ¿qué factores fallaron?
“¿Está su empresa preparada para los desafíos por venir?”, era una pregunta concurrente en cada una de las capacitaciones de negocios y liderazgo en los mejores seminarios de formación ejecutiva en el mundo.
Lo que ninguno sospechaba en ese momento, es que términos como adaptabilidad y resiliencia –seguramente mencionados en los seminarios motivacionales más famosos desde Tony Robbins, hasta el pastor del pueblo-, serían clave para mantener las empresas y áreas operativas de pie.
Desde Grupo ECCEM hemos hecho muchas encuestas. La más popular a través de Linkedin, donde más de 400 ejecutivos de Centroamérica nos dieron su opinión acerca de la mayor actitud que permitió a líderes y ejecutivos mantenerse de pie durante la Pandemia.
De esas encuestas un 60% señaló que ser resiliente al cambio, hizo posible seguir adelante cada día para luchar contra el monstruo del Covid. Un 32% dijo que ser positivo los ayudó a superar esos baches de la nueva realidad y apenas un 9%, hizo hincapié en que trabajar más fuerte fue la actitud principal que emplearon para mantenerse lúcidos, creativos y productivos durante lo que va de la emergencia mundial.
Pero, ¿qué es lo difícil de ser resiliente? Gartner Inc., define la Resiliencia Operativa empresarial como “las iniciativas que amplían los programas de gestión de la continuidad del negocio para centrarse en los impactos, el apetito por el riesgo conectado y los niveles de tolerancia para la interrupción de la entrega de productos o servicios a las partes interesadas internas y externas como empleados, clientes, ciudadanos y socios”.
A nivel individual, es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. Algunos de los atributos más sobresalientes del ejecutivo resiliente son autoconocimiento y autoestima, empatía, autonomía y afrontamiento positivo a la adversidad. Lo “difícil” para lograr esta resiliencia sería el descuido en la coordinación empresarial y actores involucrados en mantener el negocio de pie.
El Covid aceleró al menos 5 años el tema de innovación, digitalización y proceso de transformación de las empresas y fue el sector bancario la industria cuya resiliencia operativa reaccionó mejor ante la magnitud de las dificultades. Un ejemplo en el sistema financiero bancario regional fue el protagonismo que adquirieron las Fintech ya que se dio apertura a nuevos competidores para apalancar o coadyuvar los aspectos de apoyo para las pymes.
Es común ahora hacer transacciones a través de links y botones de pagos u otras herramientas que la banca tradicional y los nuevos competidores están poniendo a disposición para los aspectos del distanciamiento sin detener la operatividad del negocio.
La actual situación sirvió para demostrar cuán relevante es resiliencia empresarial y personal y deja claro que la capacidad de adaptarse y resistir es una tarea permanente que comienza desde la cabeza de las corporaciones y pymes.
Algunas preguntas que pueden ayudar a medir el nivel de resiliencia que tiene una empresa ante los diferentes escenarios y cambios que pueden afectar el funcionamiento corporativo son las siguientes:
1. ¿Qué tan resistente es el modelo financiero de su organización (enfoque de generación de ingresos)?
2. ¿Cuán resistentes son los canales de entrega de productos / servicios de su organización (cómo llega y entrega a sus clientes)?
3. ¿Cuán resilientes son los socios de su organización (y su cadena de suministro en general)?
4. ¿Cuán resistentes son las demás capacidades comerciales de su organización (los procesos y recursos que contribuyen a la entrega de productos / servicios)?
5. ¿Qué tan exigentes son las expectativas de sus clientes independientemente de las circunstancias?
6. ¿Qué tan seguro está de que no hay vulnerabilidades que desconozca (por ejemplo, puntos únicos de falla)?
7. ¿Qué grado de confianza tiene en la capacidad de su organización para responder eficazmente a una crisis o interrupción (equipo, capacidad de respuesta, competencias)?
8. ¿Qué grado de confianza tiene en la capacidad de su organización para comunicarse de manera eficaz con las partes interesadas internas y externas durante una crisis o interrupción? La lección para la empresa es que, ¡se acabaron las excusa para no estar atentos a la capacidad de resiliencia! Y, aunque difícilmente se repita esta emergencia en salud en los próximos años, constantemente estamos expuestos a catástrofes naturales y cambios políticos que nos obligan a mantener actualizado nuestro radar en el tema.