Transmitir el propósito, los valores de marca, creando una conexión con el público ya no solo se hace para influir en sus decisiones de compra, sino para lograr una conexión humana más fuerte con los consumidores.
Indiscutiblemente tras el inicio de la pandemia, el branding fue obligado a cambiar y hacer énfasis en el tamaño del corazón y la razón de ser de cada empresa. La era covid, nos ha enseñado mucho de las compañías, sobre todo a diferenciar aquellas cuyo branding estaba pintado como empresas nobles, pero durante la emergencia la presión hizo caer la careta de más de algunas, cuando echaron sin pensarlo dos veces a cientos de colaboradores y en otros casos inflaron precios de productos y servicios básicos aprovechando la necesidad de mercado.
Algunos críticos tildarán esta afirmación como aventurada, no obstante, también queremos resaltar el otro extremo, en donde se sitúan empresas con branding sembrado en una estrategia noble, bajo el respeto a todos los indicadores de Responsabilidad Social Empresarial y que fueron las primeras en reforzar estrategias de mercadeo positivo, colaboraron con sus empleados y consumidores sin importar la reducción de sus márgenes de rentabilidad. Estos negocios grandes y pequeños tendrán la fidelidad de su público interno y externo no solo ahora, sino después de la pandemia.
En vista que la comunicación con el consumidor debe ser más auténtica es vital lograr una mejor planificación, creación y gestión de los elementos de la marca a través de un branding positivo, por esta razón, les dejamos cinco puntos clave que deben considerar las empresas para aprovechar mejor la percepción sobre el negocio en la mente del consumidor:
Durante los momentos de crisis, muchas empresas empiezan a perder los principios y desviarse de los valores que fundaron la compañía, porque el hecho de dejar de lado su “por qué” para maximizar ganancias puede ser tentador especialmente en momentos donde se avecina una contracción económica, pero esto puede conllevar a perder la base de clientes que ayudaron a la empresa a llegar a la cúspide o lugar privilegiado que tenían.
Para no perder la misión de la compañía, es necesario considerar el cómo ayudar de manera efectiva y única a sus clientes en momentos como estos, aunque a corto plazo no vea frutos económicos, ya que ese valor agregado posteriormente generará ingresos a su empresa y le dará una mejor imagen ante el público.
Tras un año de pandemia, este sigue siendo el tema principal en el mundo y las empresas que aún sienten compromiso con su público, están generando contenido y productos de utilidad a los clientes, mostrando a su vez interés y sensibilidad sobre esta situación. No basta con mantener las redes sociales y canales con abundante contenido, este debe ser de provecho ante la emergencia, por ejemplo, brindar recomendaciones sanitarias, o desarrollar material de educación financiera para nivelar las finanzas laceradas por la crisis o talvez opciones de comida saludable, entre muchas otras cosas.
Es importante que la imagen de la empresa refleje compromiso y ayuda ante la sociedad, sobre todo en momentos donde hay esperanza debido a las diferentes vacunas contra el virus.
El incluir al personal interno en la planeación de los objetivos de la empresa, derivará en nuevas ideas y al mismo tiempo brindarán una mejor retroalimentación de como los clientes pueden llegar a percibir a la empresa. Asimismo, a los colaboradores se les puede instruir acerca de cómo deben transmitir el branding de la compañía ya que ellos son los principales precursores del branding de una empresa.
Es imprescindible que el branding vaya orientado en lo que necesita y necesitará el cliente. Un error común en las empresas es el enfocar sus estrategias de branding en sí mismas, en lo que ellas necesitan y no en sus clientes y sus necesidades.
Posicionar una compañía como la más adecuada para resolver los problemas de los clientes se logra al escuchar los desafíos que tiene los consumidores, y poniendo toda su fuerza interna en producir productos para ayudar al consumidor y hacerlo evolucionar.
Si hay algo que una empresa debería buscar como un tesoro, es la confianza de sus clientes y empleados. Esto se logra con una comunicación honesta y fluida entre marca y cliente, haciendo especial énfasis en comunicar cualquier cambio que se realice para poder adaptarse a la pandemia, siendo un ejemplo claro el brindar opciones de trabajo remoto o compartir las precauciones de bioseguridad necesarias a nivel interno y externo.
El mostrar dinamismo y capacidad de adaptarse a la actual situación, resonará en la mente y corazón del consumidor por siempre.